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Aislamiento y teledetección
  •   Observación de la Tierra Teledetección

Medio mundo está en aislamiento para frenar la propagación del virus COVID-19. Para algunos sectores este aislamiento se soluciona con teletrabajo, para otros es imposible, y para muchos un desastre.

En el sector de la Observación de la Tierra tenemos un poco de todo. La operación y explotación de los satélites actualmente en órbita no para, y siguen proporcionando imágenes que siguen procesándose para obtener productos avanzados. Entre estos, se han divulgado ampliamente estos días las imágenes de la reducción en ciertos contaminantes atmosféricos como resultado del parón en la actividad humana (sea industrial o de ocio); especialmente una imagen de NASA con datos NO2 de Sentinel-5p (https://earthobservatory.nasa.gov/images/146362/airborne-nitrogen-dioxide-plummets-over-china). 

Eso sí, hay que interpretar con precaución lo que se ve en la imagen. Esta nota del servicio Copernicus de calidad del aire (CAMS) explica bastante a fondo algunos resultados sobre Europa también con NO2, pero basados sobre todo en datos in situ. Como se ve en la gráfica que reproducimos aquí, y se advierte en esa nota, sin eliminar la influencia de la meteorología y (en menor medida) de otros factores no se pueden sacar conclusiones rigurosas sobre el efecto directo del parón por el COVID-19. La teledetección nos proporciona mucha información, pero siempre hay detrás una realidad física compleja que no se puede olvidar a la hora de interpretar mediciones.

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Imagen: Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS); ECMWF.

Mientras las misiones en órbita y los servicios Copernicus siguen operando a ritmo normal, esta misma semana se han suspendido los lanzamientos desde el centro espacial de la Guayana francesa en Kuorou. Esto afecta al lanzamiento de nuestro satélite Ingenio, que estaba previsto para el 19 de junio. Tendremos que ver cómo evoluciona la situación para saber qué efectos tiene la suspensión en esa fecha. Esperemos que no haya un retraso importante, aunque un retraso pequeñito no vendría mal para compensar las dificultades laborales que estamos sufriendo y que continuarán en las próximas semanas.