El INTA a través del equipo del CEDEA ha proporcionado datos precisos de trayectografía del lanzador dando soporte a la seguridad de la misión
El satélite Earth Explorer Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA) ya se encuentra en órbita heliosíncrona a una altitud aproximada de 666 kilómetros, tras un lanzamiento exitoso realizado mediante el cohete Vega C desde el Puerto Espacial Europeo de Kourou (Guayana Francesa).
Esta misión marca un hito clave dentro del programa Earth Explorers de la ESA, cuyo objetivo es proporcionar datos científicos innovadores sobre los sistemas que regulan nuestro planeta. En este caso, Biomass se centrará en el estudio de los bosques, esenciales en el ciclo global del carbono, ya que absorben cerca de 8.000 millones de toneladas de CO₂ al año. La pérdida y degradación forestal, particularmente en zonas tropicales, liberan ese carbono de nuevo a la atmósfera, con importantes implicaciones para el clima.
Equipado con el primer radar de apertura sintética de banda P que opera desde el espacio, Biomass podrá medir con precisión la altura, estructura y cantidad de carbono almacenado en los bosques del mundo. Gracias a su longitud de onda de unos 70 centímetros, la señal radar puede penetrar completamente el dosel forestal, abriendo nuevas posibilidades para la observación terrestre. La misión también permitirá mapear la geología del subsuelo en zonas áridas, estudiar la estructura de los mantos de hielo y obtener una imagen detallada de la topografía de los suelos forestales, aportando información clave para diversas disciplinas científicas.
Construido por Airbus Defence and Space, el satélite Biomass operará durante un mínimo de cinco años, cubriendo al menos ocho ciclos de crecimiento forestal y proporcionando datos cruciales para la evaluación de la pérdida de hábitat y sus efectos en la biodiversidad.
El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) también ha desempeñado un papel esencial en esta misión, con su equipo destacado en el Centro Espacial actuando como Radar de flanqueamiento. Desde su base en St. Laurent du Maroní, a unos 150 kilómetros de Kourou, el INTA ha proporcionado soporte de seguridad y seguimiento de trayectoria con un alcance de hasta 1.200 kilómetros.
Tras 11 años de presencia en el Puerto Espacial de Kourou el equipo INTA mediante su Radar trayectográfico de largo alcance ha dado soporte a más de 25 cohetes Vega y Ariane, siendo clave en cada lanzamiento debido a que el efecto pluma de los lanzadores cegaba a los Radares del CSG, Centre Spatial Guayanais. El Radar INTA (así denominado en el CSG), siendo un Radar Móvil se ha situado dependiendo de la trayectoria del lanzador al norte o sur de la Guayana Francesa para evitar este efecto pluma.
Este lanzamiento reafirma el compromiso europeo con la exploración espacial y la vigilancia medioambiental, consolidando la posición de Europa a la vanguardia de la ciencia climática.