La semana pasada se ejecutó en el CEIT el primer ensayo de la fase LEOP de la misión CHEOPS. La LEOP (Launch and Early Operation Phase) es la parte de la misión que va desde el lanzamiento hasta que el satélite está en su órbita definitiva. Durante 2 días (la LEOP real durará una semana), los ingenieros de Airbus y los del INTA han simulado las operaciones que tendrán que realizar desde el centro de control en los primeros contactos después del lanzamiento.
Al ser una misión en órbita baja, el satélite no es visible en todo momento sino solo unos 10 minutos cuando pasa por encima de la antena.
Esos pases son críticos porque el lanzamiento puede haber dañado algo en el satélite, porque normalmente los satélites tienen que realizar operaciones especiales al separarse del satélite (encender equipos, desplegar partes, abrir válvulas) y porque será la primera vez que se contacte con el satélite en condiciones reales.
Una vez que se contacta con el satélite (lo que no está asegurado, porque el lanzamiento puede haberlo dejado en una órbita incorrecta) se realizan una serie de comprobaciones sobre el estado de los equipos y se van encendiendo poco a poco las unidades necesarias. Hay que comprobar que el satélite ha conseguido orientar los paneles al sol (y en su caso, ver porque no), hay que comprobar el estado de las baterías (que se han estado descargando desde el lanzamiento) y la temperatura de los equipos (el satélite tiene que encender calentadores para mantener las unidades en el rango de temperatura correcto).
También hay que calcular la órbita real del satélite y pasarle la información a las antenas para que sepan a donde tienen que apuntar. Poco a poco, hay que ir mandando telecomandos para configurar algunas unidades y arrancar otras, comprobando siempre que todo responde como debe. Finalmente, el satélite llega al modo nominal y se puede empezar a hacer maniobras para cambiar la órbita y llegar a la órbita final. Aquí puedes ver una simulación visual de una maniobra fuera de plano.
En la prueba de la semana pasada no se introdujo ningún fallo a propósito. Habrá otras simulaciones (llamadas de contingencia) en las que se verá si los operadores son capaces de detectar y resolver problemas que se podrían dar en la LEOP real. Un sensor puede dar medidas erróneas, puede haber fugas de combustible, puede pasar algo en el centro de control, algún miembro del equipo puede ponerse enfermo o puede llegar un aviso de colisión en órbita.
Y por supuesto, os lo iremos contando desde aquí.